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1TWEET: "Hoy nuestro blog Écija Historia cumple cuatro años" (04/03/16)

jueves, 19 de febrero de 2015

Una Semana Santa de carteles

Este año el cartel de Semana Santa del Consejo de Hermandades cierra la serie de carteles con presencia de cada una de las hermandades de la ciudad. Es el momento de hacer un repaso de las distintas obras que han anunciado nuestra Semana Mayor durante los últimos trece años. Trece años, trece carteles, trece hermandades pero sólo once autores diferentes. Precisamente, Emilio López (Emiliol), autor del cartel de 2015, es uno de los pintores que han repetido el honor. Ya en 2010 se encargó de realizar el cartel oficial ocupado por los Titulares de la Hermandad de San Juan.

El otro artista que ha repetido como cartelista oficial ha sido Rafael Amadeo Rojas que, aparte de otras obras conmemorativas, sin ir más lejos el cartel para el Santo Entierro Magno, realizó las obras anunciadoras de las Semanas Santas de 2004 (Hermandad de la Yedra), 2005 (Hermandad de Santiago) y 2014 (Hermandad del Santo Entierro). Junto a ellos dos, otro "clásico" de la ciudad ha firmado el cartel oficial del Consejo de Hermandades. En 2007, la Hermandad del Confalón estuvo representada con la obra de José Luis Jiménez Sánchez-Malo.

Con estas obras, el patrimonio artístico de la ciudad se ha enriquecido pero además, se han dado a conocer a nuevos y jóvenes artistas locales. En 2008, el cartel para la Hermandad de la  Sangre fue obra del imaginero Sergio Saldaña que contaba por aquel entonces con 26 años. Al año siguiente, otro joven artista local, Miguel Vega hizo el cartel para la Hermandad del Silencio. Con apenas 25 años, Rafael González Infante recibió el encargo de hacer el cartel de 2012 que representaba a la Hermandad de Jesús Sin Soga. Y en 2013, el turno fue para Ramón Freire Santa Cruz que realizó el cartel dedicado a la Hermandad de la Sagrada Mortaja

En esta lista de autores debería aparecer también el nombre de Agustín Martín de Soto, elegido como cartelista para el año 2011. Sin embargo, la polémica surgida entre Consejo de Hermandades, Hermandad de la Merced y el propio Martín de Soto, hizo que finalmente el cartel fuera realizado por Fernando España, autor nacido en Écija aunque la mayor parte de su obra la ha desarrollado en la vecina Marchena. Teniendo en cuenta los orígenes de Fernando España, sólo en dos ocasiones el cartel de la Semana Santa ha sido obra de artistas de fuera de la ciudad. El primero de la serie, dedicado en 2003, a la Hermandad del Cautivo fue pintado por el Catedrátido de Bellas Artes de Sevilla Francisco Borrás Verdejo. La segunda excepción se produjo en 2006 cuando para la Hermandad de San Gil se eligió a su  hija, la sevillana Carmen Borrás como cartelista oficial de nuestra Semana Santa.



2003 El Cautivo Fco.Borrás Verdejo
2004 La Yedra Rafael Amadeo Rojas
2005 Santiago Rafael Amadeo Rojas
2006 San Gil Carmen Borrás
2007 Confalón José Luis Jiménez Sánchez-Malo
2008 La Sangre Sergio Saldaña
2009 El Silencio Miguel Vega
2010 San Juan Emilio López - Emiliol
2011 La Merced Fernando España
2012 Jesús Sin Soga Rafael González Infante
2013 La Mortaja Ramón Freire Santa-Cruz
2014 Santo Entierro Rafael Amadeo Rojas
2015 Resucitado Emilio López - Emiliol


viernes, 13 de febrero de 2015

La cruz verde de los gitanos.

Avenida de los Emigrantes
La primera prueba documental de la presencia de gitanos en la Península Ibérica es un documento de enero de 1425 donde figura la llegada a Zaragoza de un grupo de peregrinos gitanos. De unas décadas más tarde (1462) son los Hechos del Condestable Don Miguel Lucas de Iranzo que testimonia la primera presencia del pueblo gitano en Andalucía. La convivencia no tarda en romperse. En el año 1499 con los Reyes Católicos comienzan a dictarse una serie de leyes que perseguían su desaparición como cultura. 

Con el fin de la Reconquista y expulsados judíos y moriscos, la imgan de los gitanos cambia y son vistos como una minoría que no casa con la uniformidad que se quiere establecer desde la Corona. Desde la Baja Edad Media la imagen de los gitanos coincide con la de gente peligrosa, difícil de domesticar y controlar. A pesar de la dureza de las medidas (incluida la expulsión), los gitanos soportaron la presión por su carácter nómada y capacidad de adaptación.

La gitana y sus hijos (Gustave Coubert).


Las sucesivas persecuciones les obligaban a incidir aún más en su vida nómada. Aquellos gitanos de vida sedentaria buscaban la tranquilidad en provisiones que avalaran su honradez. En el caso de Écija la mayoría de la población de etnia gitana durante el siglo XVI se concentraba en la zona de la actual Avenida de los Emigrantes. De hecho, durante ese siglo esta vía estaba documentada con el nombre de Cruz Verde, en alusión a un acruz de ese color que servía para señalizar un barrio considerado marginal y de evidente mayoría gitana. 

BIBLIOGRAFÍA CONSULTADA.
MARTÍN OJEDA, M. Los nombres de las calles de Écija. Écija: Asoc.Cultural Martín de Roa, 2007
www.gitanos.org
www.movimientocontralaintolerancia.com
www.pegalajar.org
www.unionromani.org

jueves, 5 de febrero de 2015

El "Coliseo" de Astigi.

 - MEJOR ARTÍCULO 2015 -
 
Siguiendo la máxima "pan y circo" como método de asegurar el control y la estabilidad en el imperio, Roma dotó a sus ciudades de numerosos edificios de espectáculos para entretener a la población. En las capitales de provincias y, en casos como el de Astigi por su prosperidad y riqueza, también en algunas sedes de convento jurídico se levantaban teatros, circos, anfiteatros,...a imagen de Roma. El circo acogía las famosas carreras de aurigas, los teatros las representaciones, dramáticas o cómicas, de la época, y el más ambicioso de todos los edificios, el anfiteatro, reservaba su arena a luchas entre gladiadores, contra fieras o las famosas naumaquias (batallas navales). 

Restitución de la planta del anfiteatro de Astigi | Foto: Carrasco y Jiménez, op. cit.

A pesar de que hoy en día ha desaparecido la mayor parte de las estructuras del anfiteatro ecijano, se sabe de su localización bajo la plaza de toros construida en el siglo XIX, para cuya edificación se reutilizó, de hecho, materiales romanos. Los anfiteatros tomaban como modelo en Anfiteatro Flavio (Coliseo) de Roma inaugurado por Tito en el año 80 d.C. La planta del anfiteatro era elíptica, formando su arena una doble elipsis unida. El edificio ecijano tenía unas dimensiones de 103 metros de ancho por 107 metros de largo con unos ejes orientados aproximadamente hacia los puntos cardinales. El graderio o cavea se dividía en tres galerias: imma, media y summa, a las que se accedía según condición social del espectador. En el caso astigitano la cavea se dividía en dos partes iguales y en cuatro galerias en vez de las tres habituales. 

El edificio se levantó extramuro de la ciudad, junto al antiguo camino de Sevilla y a unos 200 metros de la Vía Augusta. Es posible que en la elección primaran consideraciones escenográficas puesto que en esta ubicación era visible desde el foro, en el centro de la ciudad, al que apuntaba su fachada principal. Parece que la fachada estaba compuesta por una arcada de ochenta vanos y de dos plantas y media en la que se sucedían, de abajo a arriba, arcos toscanos, otra arcada toscana, jónica o corintia, y un ático ciego de la mitad de altura que las plantas inferiores. Además, la topografía de la localización decidida permitía reducir gastos aprovechando el desnivel existente para la construcción. No obstante, las conclusiones arqueológicas extraídas a partir de la intervención en la calle Palomar, 22 mostraron una sobreexcavación en la arena del anfiteatro.

Dados de cimentación de anfiteatro de Astigi | Foto: Carrasco y Jiménez, op. cit.
Aunque, como hemos dicho, el Coliseo romano sirvió de modelo desde su construcción (en realidad, estos edificios eran elementos propagandísticos del Imperio y servían para acelerar la romanización) y de las similitudes que se pueden encontrar entre nuestro anfiteatro y los de Nimes y Arles, lo cierto es que tanto por fechas (siglos II-III d.C.) como por coincidencia en las soluciones aportadas para problemes estructurales, el anfiteatro astigitano va unido al de Itálica, en la cercana Santiponce, del que no sólo es contemporáneo sino presumiblemente obra de los mismos arquitectos.

BIBLIOGRAFÍA CONSULTADA.
CARRASCO GÓMEZ, I. y JIMÉNEZ HERNÁNDEZ, A. "Acerca de los edificios de espectáculos en Colonia Augusta Firma Astigi (Écija, Sevilla)" en Romula. 7. Sevilla: Seminario de Arqueología. Universidad Pablo de Olavide, 2008.
HERNÁNDEZ DÍAZ, J.; SANCHO CORBACHO, A; COLLANTES DE TERÁN, F.: Catálogo arqueológico y artístico de la provincia de Sevilla. Tomo III, Sevilla: Diputación Provincial de Sevilla, 1951
 SAEZ FERNÁNDEZ, P., ORDOÑEZ AGULLA, S. y GARCÍA-DILS DE LA VEGA, S. "El urbanismo de la Colonia Augusta Firma Astigi: nuevas perspectivas" en Mainake. XXVII. Málaga: Diputación de Málaga, 2005.